En el área de género del SDG Ambition. Guía de referencias empresariales, se recogen algunos beneficios muy significantes de la aplicación de la diversidad en los criterios ESG de las organizaciones. Algunos de estos beneficios muy relevantes son que contar con más mujeres en puestos de responsabilidad se asocia con: 1)  una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero,2) se  establece relaciones más sólidas con la plantilla, 3) y se reduce el delito de fraude.

No se trata solamente de garantizar la igualdad y equidad en el trato social y empresarial entre hombres y mujeres. Se trata de garantizar la sostenibilidad de la organización a largo plazo.

El enfoque en ESG se ha vuelto cada vez más imprescindible.   Se gestionan con más eficacia los recursos, se integran a los empleados a los objetivos de la organización, se potencia la innovación, se atraen más a consumidores y se avanza hacia la obligatoria Sostenibilidad empresarial que garantiza su presencia en los mercados futuros.

Las empresas ya no solo buscan maximizar sus beneficios, sino que también se esfuerzan por hacerlo de una manera que beneficie al medio ambiente, a la sociedad y a la economía en su conjunto. 

La ESG han ganado una notoriedad no solo por la responsabilidad social que supone sino porque es un factor crítico económico  para la Sostenibilidad d la empresa desde principios del siglo XXI.

John Elkington publicó el libro ‘The Triple Bottom Line’ (1994) en el que hacía referencia a que las empresas tenían que empezar a rendir cuentas no sólo según su impacto económico, sino también ambiental y social: la conocida triple cuenta de resultados. En 1997 se creó Global Reporting Initiative (GRI), principal estándar mundial para el reporte de memorias de Sostenibilidad, y en 1999 la ONU lanzó Global Compact, la mayor iniciativa voluntaria de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), que cuenta con los Diez Principios del Pacto Mundial en materia de derechos humanos, trabajo, medio ambiente y anticorrupción.

No se trata solamente de garantizar la igualdad y equidad en el trato social y empresarial entre hombres y mujeres. Se trata de garantizar la sostenibilidad de la organización a largo plazo.

El enfoque en ESG se ha vuelto cada vez más imprescindible.   Se gestionan con más eficacia los recursos, se integran a los empleados a los objetivos de la organización, se potencia la innovación, se atraen más a consumidores y se avanza hacia la obligatoria Sostenibilidad empresarial que garantiza su presencia en los mercados futuros.

Las empresas ya no solo buscan maximizar sus beneficios, sino que también se esfuerzan por hacerlo de una manera que beneficie al medio ambiente, a la sociedad y a la economía en su conjunto. 

La ESG han ganado una notoriedad no solo por la responsabilidad social que supone sino porque es un factor crítico económico  para la Sostenibilidad d la empresa desde principios del siglo XXI.

John Elkington publicó el libro ‘The Triple Bottom Line’ (1994) en el que hacía referencia a que las empresas tenían que empezar a rendir cuentas no sólo según su impacto económico, sino también ambiental y social: la conocida triple cuenta de resultados. En 1997 se creó Global Reporting Initiative (GRI), principal estándar mundial para el reporte de memorias de Sostenibilidad, y en 1999 la ONU lanzó Global Compact, la mayor iniciativa voluntaria de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), que cuenta con los Diez Principios del Pacto Mundial en materia de derechos humanos, trabajo, medio ambiente y anticorrupción.

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