Las culturas de China y España, aunque ambas ricas y antiguas, son mundos aparte en muchos aspectos.

       Catherine Yang Chen, apasionada por las culturas; nacida en China, con experiencia laboral en Nigeria, Estados Unidos, y ahora enamorada de España por su gente, cultura y gastronomía.    

Las culturas de China y España, aunque ambas ricas y antiguas, son mundos aparte en muchos aspectos. No solo varían en tradiciones o comida, sino en la forma de entender la vida, la educación, el trabajo y hasta el valor de un regalo o un pequeño gesto. Aquí exploramos algunas de estas sorprendentes diferencias, que pueden cambiar por completo cómo nos relacionamos al cruzar entre ambas culturas. 

   Postres:   Lo Dulce en España vs. La Sutileza en China 

Uno de los aspectos que más sorprende a los visitantes chinos en España es el gusto por los postres extremadamente dulces. En China, los postres tradicionales son ligeros y, por lo general, bajos en azúcar; los dulces tienen un toque de sabor que no llega a empalagar. Por ejemplo, los tang yuan (bolas de arroz glutinoso rellenas) y los nian gao (pasteles de arroz) son comunes, pero son mucho menos dulces que los postres occidentales. De hecho, en China, un elogio a un postre sería: “Es muy bueno porque no es dulce”. 

En cambio, en España, aunque comen frutas como postre, el azúcar es protagonista. Postres como el flan y las tartas están llenos de sabor y suelen servirse al final de una comida copiosa. Por el contrario, en China, es común finalizar las comidas con fruta fresca, lo que simboliza salud y frescura. Una vez, un amigo chino recién llegado a España me comentó: “Hay algo que no entiendo de este país. He comprado algo sin azúcar, pero es dulce. ¡No me lo puedo creer!”. 

   Llevar un Regalo al Visitar:  Una Norma Implícita en China  

En la cultura china, llevar un regalo al visitar a alguien es una norma social importante, ya que se considera una muestra de respeto y gratitud. Este gesto puede variar desde alimentos como té o frutas hasta pequeños detalles, y refleja un concepto fundamental en China: la reciprocidad. Dar y recibir son pilares en la construcción de relaciones, ya que China es una sociedad basada en la conexión personal. Mi familia siempre me enseñó que nunca debo ir a la casa de alguien sin un obsequio. 

En España, aunque se agradece llevar un detalle como una botella de vino o unos dulces, no es algo tan esperado ni obligatorio. Los españoles suelen valorar más la compañía que el detalle material, y la cultura en torno a los regalos en visitas sociales es más flexible.  

                  Regalar Flores:   Significados Opuestos  

En China, regalar flores blancas o crisantemos está asociado exclusivamente con funerales y el luto, ya que representan la muerte y el duelo. Dar estas flores en otro contexto se considera de mal gusto e inapropiado, ya que pueden evocar tristeza y hasta mala suerte. 

En España, aunque los crisantemos se llevan al cementerio el día de todos los santos, no tienen una carga cultural tan negativa. De hecho, muchas personas los eligen por sus colores vivos y su accesibilidad en el mercado, lo que subraya cómo la misma flor puede tener connotaciones tan distintas según la cultura. Afortunadamente, ningún amigo español o amiga española me ha regalado crisantemos, y espero que nunca ocurra. Conocer estas diferencias en los significados culturales puede prevenir malentendidos al hacer regalos en contextos internacionales. 

      Las Bodas:   Formalidad y Protocolo en China vs. Fiesta y Alegría en España  

Las bodas chinas tienden a ser eventos formales. Los regalos, generalmente monetarios, suelen venir en sobres rojos (símbolo de buena suerte) y las cantidades pueden ser generosas. Los banquetes son abundantes, con platos incalculables que representan buenos deseos y fortuna, aunque rara vez hay baile. La mayoría de los invitados celebran de manera tranquila, y la atención se centra en la pareja. Tradicionalmente, las novias chinas llevan vestidos rojos, ya que el rojo simboliza prosperidad y buena suerte. Sin embargo, con la influencia occidental, ahora muchas eligen vestir de rojo para la ceremonia y de blanco para el banquete, o viceversa. 

En España, las bodas son una gran celebración en la que todos participan, desde el baile hasta los brindis y, muchas veces, se extienden hasta la madrugada. Los invitados suelen llevar regalos o una contribución económica, pero no tan altos como en China. La atmósfera es de fiesta y alegría, donde todos los asistentes, independientemente de la edad, se unen para bailar y celebrar con los novios. Algunos amigos españoles que han vivido en China me han comentado que las bodas chinas les parecen bastante cortas, ya que ellos están acostumbrados a bailar toda la noche con los novios. 

    Ritmos de Vida:   Horarios Nocturnos en España vs. Rutinas Madrugadoras en China  

Los horarios son otro punto de contraste. En las ciudades chinas, es común ver la jornada laboral comenzando temprano y la cena terminando alrededor de las siete u ocho de la noche como muy tarde. Esto permite a los ciudadanos mantener una rutina en la que prima la eficiencia y el descanso. Incluso en las grandes ciudades como Pekín o Shanghái, muchos restaurantes cierran sus puertas alrededor de las 10 u 11 de la noche, y el ambiente se vuelve más tranquilo en las calles. Cuando llegué a España, me sorprendió que los restaurantes no abrieran hasta las ocho de la tarde y me cuestionaba cómo los españoles podían dormir con el estómago lleno. 

En España, el horario de vida es más nocturno, especialmente en verano. Las cenas suelen ser a las nueve o diez de la noche, y la gente disfruta socializando hasta altas horas de la madrugada. Este ritmo más relajado y socializador refleja el valor que los españoles le dan al tiempo en compañía, algo profundamente arraigado en la cultura mediterránea. Las largas sobremesas y el “irse de cañas” son parte esencial del estilo de vida español. Aunque llevo cinco años aquí, todavía no puedo “vivir sin dormir“ como mis amigos españoles.  

    Educación:  Rigor y Respeto en China vs. Flexibilidad y Colaboración en España  

Hace poco tiempo en una cena tuve una conversación fascinante con una profesora española de piano que trabaja tanto en escuelas españolas como chinas. Me comentó que las escuelas y los padres españoles la encuentran demasiado estricta, mientras que en las escuelas y familias chinas la consideran demasiado blanda. 

La educación en China sigue siendo formal y estricta, con un sistema enfocado en el esfuerzo y la excelencia académica. Los estudiantes tienen mucho respeto hacia los profesores, y las notas son vistas como un reflejo directo de disciplina y esfuerzo (Aunque según la generación de mis padres, ahora los alumnos chinos no son tan estudiosos ni tan respetuosos con los profesores). Un aspecto curioso del inicio del curso escolar es que los estudiantes chinos suelen pasar por un breve entrenamiento militar que simboliza disciplina y trabajo en equipo. 

En España, aunque la educación también es valorada, el sistema es menos rígido. Las relaciones entre profesores y estudiantes son más abiertas, fomentando la comunicación y el aprendizaje en grupo. A menudo, los padres españoles se involucran en el proceso educativo, buscando una experiencia más colaborativa y centrada en el desarrollo individual, más que en el cumplimiento de estándares estrictos. 

Crianza y Libertad: Autoridad en China vs. Autonomía en España 

  Educación:   Rigor y Respeto en China vs. Flexibilidad y Colaboración en España  

La crianza en China sigue un enfoque más autoritario. Los padres chinos suelen establecer normas claras y horarios específicos, y el éxito académico y personal es altamente valorado desde una edad temprana. Esta disciplina se refleja en el comportamiento de los niños, quienes suelen tener menos autonomía comparados con sus colegas en España. De hecho, incluso los niños chinos-españoles tienen horarios bastante más estrictos y menos autonomía que sus colegas españoles.  

En España, la crianza tiende a ser más flexible, con un enfoque en el desarrollo personal y la autonomía. Los padres suelen permitir que los niños participen en actividades sociales y tomen decisiones desde pequeños. Este estilo de crianza fomenta una mayor libertad individual, y es común que los niños tengan tiempo para actividades extraescolares y juegos, más allá del ámbito académico. 

Como trabajo en educación en España, muchos profesores en España me dicen que pueden distinguir si un estudiante chino es recién llegado o ha estado aquí mucho tiempo. Los recién llegados suelen ser muy estudiosos pero también muy callados y requieren muchas instrucciones. En cambio, los que llevan más tiempo aquí son más activos, pero menos estudiosos. 

   Cultura Empresarial:   Formalidad en China vs. Relajación en España  

La cultura empresarial en China se caracteriza por un enfoque formal y jerárquico. En este contexto, las relaciones de trabajo están marcadas por el respeto a la autoridad y la importancia de las jerarquías. De hecho, cuando empecé a trabajar después de la universidad, a menudo mis jefes y superiores me llamaban pequeña (como junior) Catherine. Todos somos pequeños hasta que llegamos a un cargo más importante. Las reuniones suelen ser más formales y seguir un protocolo más estricto. La toma de decisiones, a menudo, se realiza en niveles superiores, y se espera que los empleados los sigan. Sin embargo, algunos líderes más modernos también animan a su equipo a expresarse y participar en el procesos. Además, los acuerdos y las relaciones comerciales a menudo se construyen a través de conexiones personales, donde la confianza y el entendimiento mutuo juegan un papel crucial. Es algo que a muchos empresarios españoles les cuesta entender: llegan a China queriendo cerrar negocios de inmediato, mientras que para los empresarios chinos el primer paso es construir una relación de confianza, lo cual lleva tiempo. En ese proceso, los empresarios chinos pueden parecer informales (salen a comer y beber contigo) sin tocar el tema de negocios. Cuando trabajaba de intérprete, veía a muchos empresarios occidentales que tiraban la toalla justo cuando habían ganado la confianza sin darse cuenta porque no entendían la cultura.  

Por otro lado, la cultura empresarial en España es más relajada y menos jerárquica. Las interacciones laborales suelen ser más informales, y se valora la colaboración y la comunicación abierta. En las reuniones, los empleados se sienten más libres para expresar sus opiniones y contribuir a la toma de decisiones. En China, si los jefes no me pedían mi opinión, yo tampoco decía nada sin su permiso. En España, en cambio, puedo expresar mis ideas con libertad. Allí nunca me atrevería a considerar a mis jefes como amigos, pero aquí me siento mucho más cercana a ellos. 

Esta diferencia se manifiesta en cómo se gestionan los conflictos en el lugar de trabajo. En China, es común que los desacuerdos se manejen de manera indirecta y se busque evitar la confrontación abierta. En contraste, en España, la resolución de conflictos a menudo implica una comunicación directa y honesta, donde se busca encontrar una solución rápida y consensuada. 

Conclusión 

Estas diferencias culturales entre China y España reflejan las distintas prioridades, valores y costumbres de cada sociedad. Cada una de ellas tiene su propio modo de ver la vida, y conocer estas diferencias no solo enriquece nuestro entendimiento, sino que nos ayuda a navegar con más empatía y respeto en una sociedad global. Desde el simbolismo de una flor hasta los rituales en una boda, cada aspecto de la cultura guarda un significado que revela mucho sobre sus habitantes y su visión del mundo. 

Catherine Yang Chen/ 阳 

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